"NO SABE NADA DE MUSGOS..."

Se tomaron muy en serio eso de la observación, la reflexión y la obtención de conclusiones. Salieron armados con lupa, microscopio, un inflador de mano -¿?- y la herramienta principal de todo David Attenborough o Jane Goodall que se precie: un cuaderno de campo. En él fueron anotando todos sus descubrimientos sobre la vida del musgo. La sentencia del título hace referencia a la frase que me soltaron al preguntarles sobre sus avances científicos, dicha además con cierta lástima hacia mi ignorancia sobre tales seres vivos... No contentos con ello, pretendieron llegar más allá: quisieron ser semidioses y crear vida, en forma de ecosistema. Empresa harto difícil, mas no imposible para dos mentes en ebullición como las suyas. Lamentablemente, eran ya las dos menos cuarto, así que -de momento- aquí acaba esta historia...









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