AÑOS DE NIEVES...

Seguimos de despedidas. El próximo curso va a haber muchos cambios en Gera. Nenos que se van, nenos que llegan, profes nuevos... Uno, y grande, es que Nieves ya no estará. Tengo cierto recelo a la situación, lo reconozco. Es posible que llegue alguien y solo esté un año. Es también posible que permanezca varios. No se sabe. Y esa incertidumbre, unida a cómo será la nueva maestra, me mata.

Con Nieves, uno vivía muy tranquilo y a gusto.  Y es así porque, desde que llegó, siguió la misma máxima que el también añorado JM: vive y deja vivir. En cinco cursos, nunca jamás tuvimos ningún roce, ninguna mala cara. Y eso es, mayormente, mérito de ella, yo ya sé cómo soy y que no es fácil soportarme en ciertas cosas.

No sé muy bien que pasa entre los profes: es muy, muy fácil que aparezcan problemas, envidias, malos rollos. De momento -toco madera-, ni con JM primero; ni con Ricardo, Sandra, Laura y Nieves, tuve ninguno. 

Es un caso destacable el de Nieves: quedándole cuatro telediarios para jubilarse al llegar a Gera, muy bien podría haberse dejado llevar por el viento, haciendo lo mínimo posible. Pero no, hasta el último momento trabajó, se preocupó y se desvivió por sus nenos. Eso, no lo hace todo el mundo.

Así que, en resumen, no solo yo, todos los profes, tenemos mucho que agradecerle. Ahora, toca esperar, a ver qué nos depara el futuro... Y toca, para terminar, desearle todo lo mejor a ella. Y pedirle un favor: ¡pásate un día y trae frixuelos, Nieves!