VUELTA A LOS ORÍGENES

No en vano, este blog toma su nombre del famoso árbol, una joya natural que ha visto ya de todo. Aunque dudo que haya tenido visitas de tan destacados personajes como la de hoy. 

La jornada comenzó temprano y con ganas. El camino no era especialmente largo, mas los años pesan (en mi caso, que ya no está uno para muchos trotes). Hay que decir que llevábamos a una experta caminante en nuestras filas (pan comido, decía), pero el que más recorrió, sin duda, fue Dani: cada metro de avance en línea recta implicaba otros tres a la derecha, dos a la izquierda, un me paro aquí a coger un palo, una búsqueda incesante de una caseta fantasma... Vamos, que si los demás hicimos 2 km, él 7. 

Llegamos sin más novedad. Unas fotos para inmortalizar el momento, algunas setas encontradas, un rato sentados para comer y reponer fuerzas, breve vista a la iglesia de San Pedro y a recoger todo para la vuelta. El árbol, el sitio, la iglesia, molan. Pero harían bien en tenerlo un poco más presentable... da un poco de pena verlo. No sé, con algo más de atención en los detalles, un par de mesas en buen estado, un poco más de publicidad... seguro que mucha más gente iría a verlo. Pero eso ya, no es asunto mío...

La vuelta fue más llevadera, claro. Por votación popular, optaron por bajar todo por carretera hasta el cruce de Gera, a ver si encontraban algún balón de los que se les caen cuando chutan con excesivo entusiasmo... Nada hallaron, lamentablemente.

Como fin de fiesta, estuvo muy bien. Ha sido este un trimestre muy largo, se merecen ya un descanso. Muchas gracias a Natalia por venir antes de su hora para acompañarnos (y por acompañarnos, claro) y a David, el maestro de asturiano, por cedernos parte de su tiempo para poder venir. 

Enfilamos desde ya el último tramo del curso, ¡a por ello!

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