EN UN ABRIR Y CERRAR DE OJOS...

Así se han pasado los años con Dani y Adrián. No sólo le pondremos este título a la entrada por esta razón. Será también un abrir y cerrar de ojos, el tiempo que activamos de nuevo el blog. Si no lo volvemos a abrir, no se me ocurre mejor final que este humilde reconocimiento a Adrián y a Dani, que terminan su andadura en Gera. 

Haciendo memoria, me sirve igualmente el título para ilustrar el primer día de Dani en el cole. No estaba abierto, el hombre venía con un ojo hinchado y medio cerrado, a causa de la picadura de un maquiavélico mosquito... 

Como siempre, cuando llegan empezamos a conocerles por "el hermano de", en este caso de Andrea. Pero Dani tardó muy poco en brillar con luz propia. Desde el primer día, diría. Las primeras notas que tengo de él indican su buen comportamiento y la utilización masiva y a gran escala de la excusa "yo eso no lo hago, porque soy pequeño", cuando tocaba sentarse y trabajar un poco...

Y fueron pasando los años... Cada día, sin fallar ni uno, siempre fue "un sol" de neno. Movido, sí. La edad lo marca... Pero también gracioso, atento, bonachón, pelín despistado... Los cursos pasaron muy, muy rápido.

 

Y llegó Adrián, cuando empezaba 2º de Primaria. Lo utilizaré igualmente, creo que al "abrir los ojos" en Gera, pudo comprobar que otra escuela es posible. Porque no todas son iguales.   Otro chaval de diez, otro "sol" de neno.  Tranquilo, trabajador, responsable... Y un gran experto en juegos de "Play" y derivados... Eso sí, otro curso más en Gera y me supera en altura, es que vaya forma de crecer que lleva...

A los dos les vino muy bien el compartir curso. Con el paso de los años se ha formado una gran amistad, que esperamos que perdure, seguro que sí.

En 3º cambiaron de aula, cosa que yo sentí mucho. Pero así es la vida. Al año siguiente me trasladaron de Infantil a Primaria. No fue un cambio deseado por mi parte, aunque ahora estoy a gusto igualmente en uno u otro nivel. Pero es que yo era -y sigo siendo- de Infantil.  Aunque no todo fueran malas noticias:  sí  me hacía mucha ilusión volver a reencontrarme con Dani y Adrián -y con Andrea, con Raquel, Kike...-. 

Y así llegamos hasta aquí. En un muy manido ya abrir y cerrar de ojos. Los cerraré una vez más, para dar un hondo suspiro. No quisiera yo que se me cayese alguna lágrima sobre el teclado, mientras escribo. Pero no sé si llegaré al final sin evitarlo.

Antes de terminar, es justo referirse también a las familias. A las de ambos, pero a una de ellas especialmente, pues nos deja también. Es complicado expresar o cuantificar el agradecimiento. Infinito, diría. Por todo lo que han ayudado en el cole, por prestarse siempre a lo que se les solicitaba, por saber disculpar los errores, por su colaboración y apoyo constante. Y por tener unos nenos así, claro. Ya sabéis que  las puertas están abiertas, para lo que necesitéis.

Llegados a este punto, uno no puede más que sentirse triste, pero también, sin falsa modestia, orgulloso.  Contentos por haber aportado nuestro granito de arena a que Dani y Adri sean unas personas ejemplares. 

Nos costará adaptarnos. Como un último intento, se han mantenido reuniones con Inspección Educativa, a ver si era posible suspenderles y que se quedasen en Gera... Pero qué va, tienen notas muy buenas; imposible, nos han dicho.

Les va a ir muy bien. No en el "Insti", que también. En la vida. Porque lo merecen, por ser como son. ¡Mucha suerte a los dos! En septiembre, y siempre que queráis, Gera os recibirá con los brazos abiertos.