NUNCA PENSÉ QUE LLEGARA A PASAR...

Bueno, sí lo tenía en mente, pero siempre en lontananza. Sin embargo, hemos llegado. Kike, Andrea, Raquel y Rubén se nos han hecho ya mayores. 

No tengo que hacer trabajar mucho a la memoria, rápidamente me vienen a la mente aquellos primeros días. Eran cuatro "pulgas" inquietas, graciosas, creativas, pelín gritonas... Sí, fue un año entretenido, doce en un aula con cuatro enanos de tres años...

Desde el principio, por una simple cuestión de cantidad, marcaron el ritmo de la clase. Y eso, curso tras curso, pues al ser el grupo más numeroso, por lógica las dinámicas y las actividades giraban un poco más hacia a ellos. Por eso mismo se nos va a hacer tan extraño perderlos. Ya nos dijimos hasta pronto una vez, cuando pasaron a 3º. Pero ahora es un poco mayor la despedida... No vamos a saber qué hacer, sin las voces de Kike, las bromitas de Rubén, las historias de Andrea, o las frases lapidarias de Raquel... Es broma. 

Si por mí fuera, los suspendía a los cuatro. Siempre se pone uno triste cuando se marcha un neno. Pero cuatro de un golpe, es duro admitirlo. 

También hay un sentimiento de satisfacción, por qué no decirlo. Y es que, sin falsa modestia, uno se siente orgulloso de haber aportado su granito de arena para que se hayan convertido en  lo que son ahora y de lo que puedan lograr en el futuro. Hoy les ves y piensas: "son buenos nenos y serán buenas personas". 

Quiero destacar igualmente la sapiencia del dicho; y es que si "de casta le viene al galgo",  por fuerza hay que felicitar por ser como son a sus familias.  Desde aquí les agradecemos todo lo que han aportado al cole, la ayuda que siempre han prestado, su paciencia y su apoyo siempre que lo hemos necesitado. 

¡Ay! Gera va a notar el cambio, a buen seguro. Nos vamos a sentir raros, sin ellos. Pero la vida es así. Ahora, como no paséis de visita en septiembre os mato, eh... En septiembre y siempre que queráis, Gera es vuestra casa. Y eso sí que no cambiará nunca.