ESPECIAL FIN DE CURSO, III: ¿POR QUÉ A MI?

Sí, ¿por qué? Teniendo este blog una clara vocación de contar cosas alegres, siempre me tiene que tocar a mi reseñar las noticias tristes. Y como la presente, pocas.

Y es que hay que decir adiós. O mejor, hasta pronto. Porque a partir de ahora, estarán, pero no de la misma forma. Perdurará el recuerdo de esas sonrisas siempre presentes, de los momentos alegres, de las anécdotas, los despistes, los bichos que se pierden por la clase, las historias que cuentan, los trabajos y los juegos. 

Aunque estén pared con pared, no será lo mismo, ciertamente. He de reconocerlo, si estuviera escribiendo sobre un papel, se encontraría todo sucio, de los lagrimones que me nublan la vista. 

Adriana, Dani y Adrián se nos han hecho mayores. La clase ya no será la misma sin ellos. De Dani y Adriana teníamos ya "noticias" antes de que empezasen el cole: informes de hermanos, visitas en cumples y festivales de fin de curso... Sin duda, la realidad superó otra vez más a la "ficción". Con Adrián nuestra historia es más breve, aunque igual de buena.

Muchas cosas hemos pasado, desde aquel día en que uno apareció con el párpado hinchado por el ataque de un mosquito, y otra no paraba quieta un segundo en la silla... Y también desde que este año recibimos un nuevo integrante desde la tristemente cerrada aula de Vega.

Tres nenos excelentes, divertidos, creativos, inquietos,... Tres pérdidas irreemplazables. 

Aunque no todo es tan triste: me tendréis siguiendo que aguantar, os seguiré "destrozando" al baloncesto, y las puertas de la clase siempre estarán abiertas para vosotros. Y este blog sigue siendo vuestro, así que no dejéis de contar cosas...

Ha sido muy especial haber sido vuestro profe. No sé si estoy preparado aún, consultaré con inspección si se puede hacer repetir a los nenos por "causa mayor"...