ASÍ, NO VUELVO
Aquí debería ir ahora un escrito de ambiente festivo acompañado de unas cuantas imágenes. Va a ser que no. "Adecuada para niños a partir de seis años", versaba el anuncio de la obra de teatro. Si me apuras, ni para los de dieciséis. No es mi intención criticar por criticar. No me meto con la calidad artística de la obra, ese aspecto escapa a mis conocimientos. Ni con la profesionalidad y la puesta en escena de la compañía de teatro. Pero sí con la recomendación sobre la edad. Y nosotros, con toda la ilusión, allá nos fuimos, invirtiendo en ello un dinero que escasea y malgastando unas horas lectivas que no volverán. Que si, que vale: los críos son felices ya con salir del cole, con las risas del viaje y todo eso. Pero lo que fue la obra... Madre de Dios. Un monumento merecen, por lo quietos que estuvieron.
Por eso no hay ninguna foto. En protesta. Ni las hice, pero si las hubiera hecho, no las publicaría. ¡Jolín! ¿Tan difícil es pensar que tienen cinco, seis, ocho años? ¿Qué tal unos títeres de cachiporra? ¿Es que ahora toooodo lo que se les presenta ha de estar basado en valores y emociones? ¿Qué fue del pasar un buen rato, simplemente? ¿Tan malo es?
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