LOS BUENOS PERFUMES, EN FRASCOS PEQUEÑOS...

Llegan momentos chulos del curso. Siempre hay concursos -demasiados-, pero los que vienen a mí me motivan más. Y a ellos, espero que también. Nuestra gran cita será el certamen de cuentos de «la Treito», pero mientras tanto, abriremos boca con el concurso de microrrelatos del colegio Dolores Medio, de Oviedo. La lástima es que solo nos dejan presentar dos, así que se lo hemos propuesto a Raúl y a Isabel, que para eso están en 6.º ya. La experiencia es un grado. Y es una de las últimas ocasiones en las que podrán participar con nosotros... 

Es un arte difícil, el del microrrelato. Contar más con menos, dar a entender, sorprender con el final, ir al grano. Lo han hecho muy bien. Reflejaremos el comienzo y el final de cada historia, casi lo más importante:

Isabel tenía una labor de «poda»: el relato ya lo tenía hecho, una aventura sorprendente de principio a fin, pero teníamos que quitarle 70 palabras, las normas del certamen lo exigían. Quedó incluso mejor que el original. 

Raúl empezó de cero, haciendo gala de una inspiración televisiva, calles con lugares sorprendentes y con otro final inesperado... 

¡Pues nada, a ver qué tal nos va! Lástima que no nos permitan presentar más; a buen seguro hubiesen salido textos cuando menos, curiosos...