UN MAGO, NO SOLO DEL BALÓN

El portero, con las manos en los bolsillos; el defensa, comiéndose las uñas; un "señor de negro que pasaba por allí"... y Ángel. El "lebrel" lo lucha todo y no da una pelota por perdida. Sí es verdad que, últimamente, se nos está postulando como heredero de Hugo, si hablamos de balones enviados fuera de las fronteras del recinto escolar... Pero se le perdona. Porque en clase es igual, un trabajador nato. ¡Bien por Ángel!