COMO EL TURRÓN, VUELVE A CASA POR NAVIDAD...

Hacía mucho tiempo que tan insigne figura no nos honraba con su visita. Hoy nos acompañó un rato «J.  Barbudo», y como siempre, dejó huella. Casi septuagenario, sigue siendo un chaval. Con sus cosas, como siempre: hubo que hinchar las cuatro ruedas del  «josemóvil», cada una con una presión distinta: una baja, la del lado contrario alta; la delantera bien, la trasera perdía... Una ruedas «algo suyas», más o menos como el dueño. Pero el que tuvo, retuvo; así que le empleamos como maestro de apoyo. Amalia, encantada con que personaje tan sabio le echase una mano. Y nosotros, con la visita. Eso sí, que no tarde tanto en pasar la próxima vez...






Comentarios

Entradas populares