CON EL DEBER CUMPLIDO

En un escrito, siempre importa más el contenido que el continente. Pero, si a un contenido ya bueno, sumamos un continente trabajado, pues hombre; miel sobre hojuelas. No es de clase, sino de casa. Ya que ambas tenían acontecimientos muy interesantes estos días, les pedimos que escribiesen algo sobre los mismos. 

Isabel nos habló de su partido de baloncesto (que ganaron, ¡enhorabuena!) y dejó claras varias cosas: es seguro que el chófer se fue directo a una farmacia a por algo para el dolor de cabeza; por otra parte, hay ciertos mamíferos, caprinos para más señas, que no saben perder. Todo ello aderezado con una rima final y envuelto en coloridos títulos y dibujos. ¡Pero si es que hay hasta un punto y coma! Estos son más difíciles de ver en Primaria que el Yeti...

Por su parte, Amalia nos ilustró sobre cómo son las fiestas en "Unicornia". Es destacable que, no sé si de forma consciente o inconsciente, haya escrito "dos" con letra y no con número. Gramaticalmente, salvando textos científicos o técnicos, es preferible hacerlo así. Muchos fallamos en eso, pero ella no...  Bien es cierto que el trabajo peca de un pelín escaso. Un poco solo, por todo lo demás está muy bien: informa de los datos básicos con claridad.  Además, tampoco se le indicó que fuese de cuatro, cuarenta o cuatrocientas palabras. Y muchas veces, lo breve encierra mucha más dificultad y virtud que lo extenso sin venir a cuento... Ya lo decía Quevedo: "Hay libros cortos que, para entenderlos como se merecen, se necesita una vida muy larga". 




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