ARRANCAMOS...

Pues ahora ya sí, ya estamos al completo. Obviaremos -aunque por manidas no dejan de ser ciertas- las típicas fórmulas que se repiten cada inicio de curso, fundamentalmente referidas a la «huída hacia arriba» de todos ellos. Ya podíamos los más talluditos crecer así cada verano... 

Para ser el primer día, algo hicimos. Vale, es verdad; no es creíble. Hicimos poco, aparte de organizar las carpetas, repartir libros, conversar de esto y aquello... Sí recibimos a nuevos profes -nueva, en este caso, Silvia, la maestra de Música-. Hoy tuvimos doble sesión con ella, ya que también se encarga de la clase de Plástica. Hay alguna obra por ahí que ya merece alguna mención, como el pez de Amalia, la «abeja blaugrana» de Isa y especialmente, el «arte moderno» de Gabi. Sé que algunos pueden objetar que de arte moderno nada, que el zagal se pasó la hora pensando qué dibujar, y cuando llegó el final de la clase, el papel estaba en blanco. Bien es verdad que a ojos de un observador poco experimentado pudo dar esa impresión, pero los que entienden de arte saben que no es así. De un simple folio, Gabi supo plasmar el blanco profundo como presente eterno, fruto de una honda introspección reflexiva... 

Los que sí se remangaron desde primera hora fueron los Minigeranios. Que si escribiendo esto, que si pintando aquello... Unos trabajadores natos. 

Ya en el patio, pues un poco lo de siempre: Ángel, Raúl, Gabi, Hugo e Iker siguen fieles al fútbol, para no variar. Eso sí, no hubo que lamentar el extravío de ninguna pelota, algo es algo...  Casi todos los Minis se dedicaron a hacer zumo de manzana, aplicando los principios del trabajo en cadena: una vez llegadas en camiones, las frutas eran descargadas y llevadas a la «sala de lavado», para posteriormente pasar a ser machacadas sin piedad. A Eloy y Pelayo les tira más -también para no variar-, lo de ir motorizados. Y Dani -Dani el grande-, presumía de su «pase especial», según descripción propia, para montarse en el camión. También informó que tiene nueva mascota... una mantis. Por su parte, Enol sigue fiel a los dinosaurios y peluches varios. Vamos, que cada uno con su tema.

En fin, que para ser el primer día, no estuvo nada pero que nada mal. Ya iremos engrasando la mollera y trabajando un poco más cada día. Poco a poco, que Zamora... eso.

Sí que tenemos que destacar especialmente a las tres novedades de hoy. Sí, tres, vamos de una en una: Paula, oye, como si llevara aquí siete años... encantada estaba. Además contaba con la ayuda de Elena, que manifestó alegremente el deseo de «traducirle a Nieves si eso», lo que demandaba su hermana... Dani vino al recreo, y le costó un poco al principio. Tampoco es algo destacable, los comienzos suelen ser así. Igualmente tuvo ayuda, en este caso por parte de Hugo, que se vino arriba y tirando de veteranía -la experiencia es un grado- nos explicó que «es que quiere ver a mamá y a papá». Así que con el apoyo de Nieves y la ayuda de Hugo, se le pasó pronto, y pudo disfrutar un poco más la última parte del día. La tercera novedad es Amalia. No ella, sino su nueva situación, pues hoy empezó su andadura en la clase de los mayores. Y también tuvo ayuda, en la figura de su hermana. Así que se adaptó muy bien y como siempre, estuvo risueña y participativa. Y nosotros, encantados de tener una nueva «clienta». 

No nos queremos despedir por hoy sin acordarnos de nuestro «Vinton». Esperamos que le haya ido todo bien por el IES, ¡a buen seguro que así ha sido!

Un último detalle, antes de finalizar. ¡Qué gusto da verlos a todos sin mascarilla! 

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