UNO NO, CUÉNTAME MUCHOS

De los diversos concursos en los que a lo largo del curso participamos, hay uno que a mí me presta especialmente: el  de los cuentos de  “La Treito”. Diversas razones confluyen en ello, como el hecho de que los nenos salgan en directo por la radio. Curiosa circunstancia, a priori positiva y original, pero que por otra parte ha sido responsable de que alguno y alguna no lo hiciesen del todo bien, con tal de ahorrarse la posibilidad de hablar en público... Además, claro, el que sea un certamen literario, y también, por qué no decirlo, los premios… Siempre es más fácil encontrar el interés perdido cuando vemos en el horizonte una buena recompensa… Hay igualmente un factor diferencial, y es que el jurado parece saber lo que está valorando. Hay otros que... Mejor me callo. Sí que es verdad que en varias convocatorias yo me quedé con el sinsabor de pensar que algunos de “mis” cuentos merecían más. Probablemente, a causa precisamente de eso, de tenerlos en más alta estima por escribirlos quienes los habían escrito; pero, en general, suelen acertar. En ocasiones yo creo que se les cuelan algunos trabajos con más “ayuda familiar” de la deseable. Y hasta sospecho que al contrario; los hubo muy muy buenos que no obtuvieron premio, quizás por juzgarlos demasiado brillantes. Vaya, igual esto es criticar por criticar, son elucubraciones mías.  Es además muy curioso como son capaces de hablar y hablar de una historia de dos líneas, analizarla y retorcerla durante -si les dejan-, media hora: te sacan una figura retórica por aquí, un argumento por allá… Lo hacen muy bien. 

Que yo recuerde, siempre nos han salido muy buenas historias. No en vano, lo han ganado ya Andrea (en tres ocasiones), Dani y Víctor (dos cada uno), Kike, Rubén, Iker y, este año, Isabel. Por cierto, tropecientas líneas ya escritas y no han llegado aún las felicitaciones, ¡enhorabuena! Me volveré a repetir, pero hay muchos más ganadores, y las alabanzas las dirijo con el mismo énfasis hacia ellos, hacia todos los que, aunque no hayan ganado, lo han intentado con dedicación e interés. Eso es lo principal. 

Las temáticas de este curso han sido variadas: como siempre, Gabi ha tirado por la acción y la lucha, en un cuento sin descanso. Ángel se basó en la peli que hicimos a mitad de curso, pero dándole su toque personal; el de Iker contaba un problema muy interesante, las diferencias entre el pueblo y la ciudad; Hugo se fue más hacia temas propios de la vida en el pueblo, con un perro que comía cachopos… Raúl comenzó muy bien, con una buena entrada y un peliagudo problema que se planteaba, pero luego, no se sabe por qué, se fue un tanto por los cerros de Úbeda. Yo pienso que el de Víctor merecía mejor suerte: en esta ocasión hubo muchas historias en el concurso que tocaban el tema de la guerra de Ucrania, creo recordar que en su categoría una de ellas obtuvo un premio; no me parece ni de lejos mejor que la de Víctor, quien además introdujo a un gato como protagonista… ¡Me vas a comparar tú a los niños de la guerra con “el minino de la guerra”! Por último, el cuento de Isabel ya se conoce mejor, pues se escuchó por las ondas. Fue quizá quien más interés se tomó en hacerlo, dándole las vueltas necesarias, mejorándolo poco a poco… hasta que quedó perfecto. Precisamente por ello lo destaco un poco más, ya que fue la que que con mayor “seriedad” se lo tomó. Y el título… merece una mención especial. “La diferencia al vuelo”, ¡toma ya! 

Hablando de títulos, sí parece este punto un factor determinante a la hora de captar el interés y la predisposición del jurado. Siempre te pica un poco más averiguar el porqué de esa diferencia en el volar, que no cualquier simple cosa… Ha habido grandes títulos en los cuentos que hemos presentado: “El bosque triste”, “La curuxina cósmica”, “Maullando entre las bombas”, “El ciervo que quería una pizza” o, a mi entender, el mejor de todos: “Llover de risa”.

Como ya he señalado, llevamos ya muchas ediciones. Para terminar, una selección de cortes de algunos de ellos. Unos ganadores, otros no, pero todos con algo interesante, rebosantes de creatividad, desde la temática hasta los múltiples recursos lingüísticos utilizados, muchas veces usados sin ser ellos conscientes de que los estaban empleando, pero ahí aparecen, que es lo importante. ¡Que lo disfruten!

Y si se lo han perdido, el programa completo de este año.