LA LLAMAREMOS MARTA...

Más que nada, porque eso es lo que es, una marta. Servidor no entiende, tuvo que aclarárselo una persona más docta en la materia... El caso es que andaba yo en un rato libre inhalando aire puro de Gera -no hay evidencias de lo contrario- y por allí apareció. Caminaba de forma pausada, casi sin prestar atención. Quizá tenga que ver con el hecho de que no se la ve a la pobre muy saludable, no sé. Eso fue ayer, hoy ya se aventuró dentro del patio; eso sí, cuando no había nenos, porque es una chica lista y respeta las normas sanitarias imperantes. Vamos, que vive cerca. Esperemos que Marta se reponga y gane salud. Yo voy a colaborar dejándole alguna golosina...