FELIZ CUMPLE...GRIPOSO.

Estos condenados virus no respetan ni a las cumpleañeras. ¡Mira que atreverse a meterse con Raquel! Al final, con un día de retraso, las ganas de celebrarlo pudieron más que la persistente tos y Raquelilla, aunque algo pachucha todavía, nos invitó a una rica tarta convenientemente regada con caldos del país -Cocacola y afines- que nos trajo su mamá, para festejar por todo lo alto -a ver si dejas ya de crecer, nena- los nueve añazos -sí, nueve, aquí venía bien un emoticono asombrado de esos del "wasap"- que ya gasta nuestra Raquel. La misma que con tres añinos ejercía de maestra y le enseñaba las letras a un servidor... Y es que el paso del tiempo, para los que ya contamos decenas, ¡es un virus más molesto que la gripe!