VOLARE, OH, OH...
¡Mira que lo intentamos! Aprovechando una tregua de la lluvia en el recreo, nos encomendamos al viento y corrimos como liebres... Paula, Martín, Pablo F. y Andrea repitieron varios intentos, con diversa suerte. Y nuestra cometa acabó volando, por fin. Fue un vuelo corto, pero intenso... Ahora, a esperar que de nuevo el viento la devuelva a nuestras manos. ¡No nos rendimos!
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