CASA NUEVA
Ahí estaba, enterrada bajo unas bolsas, desde el pasado junio. Eran buenos tiempos, todavía nos sobraba algún dinerillo de la asignación del cole... El caso es que el lunes, mientras revolvíamos para preparar un teatro de títeres, apareció.
Hoy por fin tuvimos la ocasión de montarla, con la inestimable ayuda de Pablo F., que es un "manitas", porque un servidor se declara un zopenco para el bricolaje...
Aunque sencilla, nos ha dado mucho juego, y a buen seguro lo seguirá haciendo en el futuro. Baste decir que, aunque preparada para cinco plazas, uno miraba dentro y no veía más que piernas... Ni una mosca encontraría un hueco para colarse. Además, cuando no estemos, el perrín de Kike se encargará de cuidarla bien.
Lo único malo, que por el momento no sabemos dónde meterla, porque espacio no nos sobra, precisamente. Aunque un rinconín encontraremos, seguro.
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