UN ÁVIDO LECTOR

A todos los niños les gustan los cuentos. Quique, Andrea, Raquel y Rubén, "los nuevos", también tienen sus preferencias, y sus momentos adecuados. A Raquel le va mucho el "contarlos" ella. Andrea es una buena oyente, y hace sus pinitos con el teatro. Quique tiene fascinación por los "bosques oscuros" y los lobos -no son tan malos, Quique-. Rubén -Rubenín, para los amigos-, es otro buen exponente... Cuando llega el momento del cuento, corre a poner el cartel de "no molestar", luego quiere ser él quien coloque "la tela" para separar la zona de lectura... Y al finalizar es uno de los que más insistentemente "exige" el contarlo otra vez. Luego te dice que si le dejas el cuento, -bueno, que si se lo das, directamente- que lo lleva pa su casa,... Todas las mañanas pregunta que si trajiste éste o aquél cuento. Y casi todos los días se le puede "sorprender" en esta pose. Él y su libro. ¡Bien por Rubén!